Este jardín mediterráneo, con toques de elegancia inglesa, es un espacio recogido y lleno de detalles que invitan al descanso y a la contemplación.
Este jardín mediterráneo, con toques de elegancia inglesa, es un espacio recogido y lleno de detalles que invitan al descanso y a la contemplación. Al entrar, se despliega una bienvenida exuberante, con grandes vasijas de terracota y cerámica, rebosantes de plantas que prometen una paleta de colores vibrante en cada temporada. Los geranios y las rosas se mezclan con salvias en la zona trasera que asoman sus flores, mientras el ficus pumila trepa por las paredes blancas, ofreciendo un delicado juego de sombras y texturas en contraste con el verde intenso de pequeñas coníferas que se harán en topiaria y hierbas aromáticas. En el lateral del jardín, una fuente reciclada se convierte en un estanque en miniatura, donde plantas acuáticas como los nenúfares flotan suavemente y peces de colores se deslizan entre las sombras. Este rincón, de frescura constante, evoca la calma de un estanque inglés, con el sutil movimiento del agua reflejando los tonos de verde circundantes. La zona de relajación destaca por su sencillez elegante: unas sillas francesas de hierro forjado, dispuestas en círculo, crean un rincón acogedor bajo la sombra del algarrobo monumental. Estas sillas, de curvas suaves y estilo atemporal, invitan a detenerse y disfrutar del entorno. Todo el suelo está cubierto de grava clara, que añade una textura suave y un sonido sutil bajo los pies, creando una experiencia sensorial que completa el ambiente relajante del espacio. Cada rincón de este jardín ha sido pensado para ofrecer calma y conexión con la naturaleza. Aquí, el estilo mediterráneo y el inglés se encuentran en perfecta armonía, en un espacio que combina el movimiento sereno del agua, el aroma de las plantas y la intemporalidad de los elementos de hierro. Este es un refugio donde los detalles se unen para crear un entorno íntimo y acogedor.